JORNADAS HISTÓRICAS EN UN “MARZO CALIENTE”.

Setenta y dos horas de trabajadoras y trabajadores en movilización y lucha, convocaron a multitudes y se jalonaron con el paro de 48 horas de los docentes, la movilización de las centrales sindicales y el paro de las mujeres el miércoles 8. Las tres sumadas marcan un hito en la batalla social para enfrentar la ofensiva del gran capital contra las condiciones de vida y de trabajo de la mayoría del pueblo argentino. 

Es destacable que en el paro de las mujeres y la multitudinaria manifestación que le siguió, junto con las consignas contra la violencia de género, a favor de la legalidad del aborto y de la libertad sexual, los derechos de las mujeres trabajadoras ocuparon un lugar central, “trabajadoras somos todas” se cantó en una marcha en la que las mujeres sindicalizadas tuvieron una gran presencia, y una importante participación de trabajadores varones.

Paritarias “con techo”, despidos y suspensiones, intentos de “flexibilización” laboral con pérdida de derechos son el “menú” cotidiano al que los capitalistas pretenden que los trabajadores se sometan. Todos los trabajadores sabemos lo que significan “competitividad” y “productividad” en boca de las patronales y del poder político a su servicio. Ellos necesitan salarios más bajos, disciplinamiento de los trabajadores y trabajadoras, disminución de la conflictividad; todo para el incremento de la ganancia capitalista y para convocar a la remisa “inversión externa”.

Contra todo eso apuntaron los cientos de miles de  personas que participaron de las tres marchas. Fueron la voz de la defensa de la vida, del trabajo, de los derechos amenazados. Y la exigencia de “paro general” recorrió los tres días y sacudió al país, con el momento histórico en que la dirigencia de la CGT tuvo que huir apresurada ante la ira de los que reclamaban fecha de paro y les “tomaron” el palco.

El final de la semana nos trajo la comprobación del creciente índice de pobreza junto con la condena al hambre de millones de argentinos en situación de indigencia. Nada que no conozcamos desde hace tiempo, pero las cifras lo ponen en blanco sobre negro. Se reafirma así la necesidad de intensificar y ampliar la lucha contra las políticas antipopulares en curso. Las que sacrifican a la abrumadora mayoría para brindarle “buen clima de negocios” y “nuevas oportunidades” al gran capital, local y de todas las procedencias.

El gran capital, el gobierno, los medios de comunicación que le responden, no se quedan ni se quedarán quietos: deslegitimación y amenaza a militantes y dirigentes, apuesta a magnificar y a generar “hechos de violencia” en un intento de desprestigiar la movilización. Lamentación hipócrita por “los chicos sin clases”.  Represión, que se ha ensañado con las compañeras que fueron presas, vejadas y maltratadas. Nada de esto debe sorprendernos ni amilanarnos, se trata de la lucha de clases y los poderosos emplearán sus recursos en toda la medida que puedan.

Se impone la necesidad y el reclamo de un paro general activo, sin más “compases de espera” ni “mesas de diálogo” inconducentes. Estos días de marzo marcan un nuevo momento, condiciones para un salto cualitativo en las luchas.

Las CTA, las comisiones internas combativas, los sindicatos y seccionales “rebeldes”, los trabajadores disconformes con sus conducciones gremiales, trabajadores desocupados, organizaciones estudiantiles y barriales, todos pueden y deben construir el paro general y vencer la resistencia y las “dudas” de los burócratas de siempre, hoy debilitados por el papelón del martes pasado, e imponerles tomar parte en la “unidad de acción”. Se necesitan asambleas en los lugares de trabajo, en los barrios, en las escuelas y universidades, a lo largo y a lo ancho del país. Con la difusión y debate más fuerte y masiva que sea posible.

Por un paro de todos y todas; “en blanco” y precarizados, ocupados y desocupados, sindicalizados o no, asalariados y “cuentapropistas”, activos y jubilados, “obreros”, “empleados”, “técnicos” y “profesionales”.

Un paro en el que las reivindicaciones laborales se articulen con la aspiración a construir una sociedad justa e igualitaria, sin hambre ni destrucción de los bienes comunes, sin un 1 por ciento con fortunas de muchos millones mientras todo el resto se empobrece día a día.

¡Trabajadoras y trabajadores somos todos¡ Paro general.

Corriente Política de Izquierda

Email: corrientepoliticadeizquierda@gmail.com

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