Repudiamos y rechazamos la iniciativa injerencista de EEUU y sus socios regionales del Grupo de Lima, verdadero “cartel” de la reacción contra los derechos de los pueblos.
El problema es que no pueden soportar un proyecto que intenta un cambio profundo en la sociedad, solidario, anticapitalista, con un pueblo movilizado y con amplia solidaridad internacional. Ese es el reaseguro para la continuidad del gobierno bolivariano de Nicolás Maduro.
La OEA no pudo hoy arrastrar a la región a sus posiciones intervencionistas, ya que no le alcanzaron los votos y de 24 necesarios solo arrastró a 16.
No pudo lograr su objetivo la convocatoria de Mike Pence el vice de Trump, ni Mike Pompeo, el Secretario de Estado de EEUU, con la complicidad de Almagro para hacer jugar a la OEA su papel virreinal.
Desde la Corriente Política de Izquierda les decimos que no podrán hacer en Venezuela lo que hicieron en Irak o en Libia, aunque somos conscientes que eso es lo que quieren.
La etapa de ofensiva capitalista desatada hacia 1973 con las dictaduras genocidas en Sud América y las políticas neoliberales, encontró sus límites en la crisis del 2007/09.
Por eso ensayan nuevas formas de dominación, con golpes de nuevo tipo, con intervención del poder judicial y apoyo de las en transnacionales de la comunicación, mucho más que diarios, radio y tv.
Son campañas de manipulación de la conciencia social las que explican los triunfos de Trump, el Brexit, de Bolsonaro, entre otros, y que hoy se juegan en una inmensa campaña ideológica, plagada de mentiras sobre la situación de Venezuela.
Como siempre, el Presidente Macri se asocia rápidamente a la estrategia del poder mundial contra cualquier intento de transformación social, aun con inmensos límites.
Pero no es solo Macri, el PRO o Cambiemos, sino que varios referentes de la llamada “oposición”, como Urtubey, Pichetto o Massa, hacen el coro a la reaccionaria injerencia estadounidense en Venezuela y reconocen al auto proclamado Presidente interino.
Este personaje es un fiel servidor de los intereses de la derecha venezolana y del imperialismo, un ilegítimo y desconocido personaje utilizado a los efectos.
La operación tiene también como perspectiva de ataque a Cuba y a cualquier intento de propuesta por los derechos sociales, el anticapitalismo y el socialismo.
Desde la Corriente Política de Izquierda nos solidarizamos con la lucha venezolana y Nuestramericana por el socialismo y convocamos a mantenernos alertas ante cualquier intento de agravamiento de la intervención extranjera en la tierra de Bolívar y Chávez.
Buenos Aires, 24 de enero de 2019
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