A 48 años del golpe genocida repudiamos el ajuste y el reaccionario programa del gobierno de Milei y sus aliados

 En este nuevo 24 de marzo, día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, de homenaje a las víctimas del golpe cívico-militar-eclesiástico del terrorismo de Estado de 1976, desde la Corriente Política de Izquierda (CPI) repudiamos el constante negacionismo que expresa el gobierno de Milei y Villaruel, como parte de un momento de profundos y reaccionarios cambios políticos en nuestro país. Un gobierno que asumió hace 100 días con un 56% de consenso electoral e impulsa un brutal ajuste de los ingresos populares, salarios, jubilaciones, planes sociales, anulando toda ayuda social para los sectores populares; aumentando la población en situación de pobreza a más de la mitad de la población.

 El gobierno de Milei reivindica el reaccionario plan de la dictadura del 76, ejecutado en los 90 con Menem y de la Rúa, luego por Macri y que ahora, tras el incumplimiento de las expectativas en el gobierno del Frente de Todos entre 2019 y 2023, con consenso y expectativa social, se ejercita a ultranza la liberalización de la economía descargando su costo sobre la mayoría social empobrecida. Lo nuevo en política en la Argentina se define con la ultraderecha, conservadora y reaccionaria, en el gobierno, votada por una mayoría, base política para la entrega de la soberanía, de los bienes comunes y la subordinación al imperialismo estadounidense y su política exterior de agresión a Palestina y a Cuba, entre muchos otros emblemas de la lucha por la autonomía de los pueblos.

 Desde la CPI asumimos el desafío del conjunto del movimiento popular por construir alternativa política, con un programa de profundas transformaciones que se asuman por un colectivo de mayorías conscientes para superar propuestas de conciliación de clases y definan una orientación de rechazo a los acuerdos con el FMI y los acreedores de la deuda ilegitima, ilegal y odiosa y encaren una propuesta que contenga las reivindicaciones que levanta el movimiento popular en cuantiosas movilizaciones y protestas de trabajadoras y trabajadores, de los feminismos y ambientalismos populares, especialmente de la memoria histórica por verdad y justicia que sustenta la lucha del movimiento popular en estos 48 años de resistencia a la genocida dictadura.

 Hay quienes se interrogan sobre el triunfo de “La Libertad Avanza”, que fue y está sustentado en el poder por los grandes capitales y desde las redes y los principales medios de comunicación, que manufacturaron el consenso de una mayoría que favorece los planes de reestructuración regresiva de la economía, la sociedad y el Estado. Esos mecanismos de comunicación son expresión del poder del capital concentrado detrás de ellos, con una extendida burocracia política, intelectual, cultural, sindical, periodística, constructora de un “sentido común” favorable al proyecto de la gran burguesía, local y externa. Milei fue construido por la continuidad esencial de las políticas “neoliberales”, vigentes más allá de matices bajo gobiernos constitucionales por cuatro décadas.

 La creciente desigualdad social, entre propietarias/os ricas/os y trabajadoras y trabajadores pobres, fue generando la perdida de legitimidad y representatividad de un régimen político que expulsa a sectores populares de la posibilidad del “trabajo”, del “pan”, la “salud”, la “educación”, la “vivienda”, entre muchos derechos logrados en duras batallas de nuestro pueblo. Milei surge de una vivencia popular concreta, con anhelos y expectativas, que en 100 días de gobierno se ha transformado en su peor verdugo. En rigor, este proyecto se sustenta en un discurso político regresivo y reaccionario. El programa de los “libertarios” es el negacionismo del Terrorismo de Estado, que intenta estigmatizar la lucha popular y revolucionaria, como parte de un todo que lucha por el cambio y la emancipación social. El gobierno sustenta la teoría de los dos demonios que allanó el terreno del negacionismo y la reivindicación de la genocida dictadura.

 Por eso, desde la CPI recuperamos la memoria de lucha de los y las 30.000 y nos proponemos continuar la perspectiva de organizar una estrategia política por las transformaciones en beneficio de nuestro pueblo, en contra del capitalismo, el imperialismo y toda forma de discriminación y racismo, contra la explotación y el saqueo de los bienes comunes. Para eso se requiere la mayor unidad de acción posible contra la política de ajuste y represión del gobierno Milei y sus socios, al tiempo que construimos una propuesta política de articulación del programa por la soberanía alimentaria, energética, financiera, que reclama nuestro pueblo para resolver las necesidades de reproducción adecuada de la vida social y natural. 

Hubiésemos querido un pronunciamiento unitario este 24 de marzo, pero reconocemos que la fragmentación es producto de la búsqueda de esa alternativa popular que proponemos. Que la fragmentación de una lucha extendida sea la motivación para la construcción de una propuesta política que reivindique el derecho a la revolución, expresión sustentada por el imaginario popular que ahogó en sangre la ofensiva del capital con el golpe del 24 de marzo de 1976. En memoria de los y las 30.000 y las/os que luchan por el bienestar de nuestro pueblo, nos sumamos a la expresión movilizada de nuestro pueblo en rechazo a toda reivindicación del golpe del 76 y seguimos luchando por memoria, verdad y justicia. 

CORRIENTE POLITICA DE IZQUIERDA 22 de marzo de 2024

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